Mercado Tirso de Molina
Este fue uno de los primeros mercados en ponerse a funcionar en la capital madrileña. Fue construido en el año 1932 por Luis Bellido y conserva esa arquitectura de la Segunda República y tiene restos de impactos de la época de la Guerra Civil. Respecto a sus puestos, como en prácticamente todos los mercados de abastos actuales que han ido evolucionando y adaptándose a los puestos, tiene su parte tradicional de abastos en los que los clientes se hacen con productos de alimentación en el pequeño comercio de barrio, pero también con su parte de gastronomía de bares y restaurantes.
Restaurantes