Disfruta de la fusión de comida tradicional y creativa. Degusta los platos de toda la vida de una manera muy especial en un ambiente agradable y con el mejor servicio.
Entre las especialidades del restaurante El Rosario puedes encontrar: - Langostinos con salsa de vermut y mostaza. - Berenjenas fritas con salmorejo. - Huevos de la casa. - Croquetas surtidas. - Chipirones rellenos de verduras acompañados de spaguetti negro.
Buen producto y original elaboración y producción. Amplia carta de vinos. Excelentes postres caseros.
Restaurantes, Tradicional renovada, Terraza/Jardin, Bodegas
De la mejor Calidad/precio en el barrio. Servicio cercano con el cliente
Comida de calidad con innovación en los platos que siempre gustan
Precio adecuado a la oferta
Es uno de esos lugares que te gusta llevar a la gente a probar algo diferente y te deja muy buen sabor de boca
Su valoración:
Anónimo
buena cocina, mal servicio. . No esta nada mal la cocina, pedimos varios platos a compartir y todos deliciosos.
El servicio es bastante mejorable, algo antipatico.
Estabamos en la terraza y dos camereros se pusieron a cenar al lado de nuestra mesa, y cuando uno de mis amigos quiso pedir otra copa, le pusieron una cara que ni os imaginais!
Una pena, por que la comidad esta espectacular.
Su valoración:
Anónimo
Arte por todos lados!!!. Gran descubrimiento en Arganzuela,en la calle general Lacy, restaurante con encanto pero un pelin feucho. Lo que esconde en su interior ( en sus fogones ) nada tiene que ver con el exterior ( apariencia ) . Platos de gran ejecución y buena presentación y lo mas importante riquísimos . El servicio eficiente y encantador siempre pendiente y con ganas de agradar, además de recomendarte pensando en el cliente. Muy recomendable. Para repetir.
Su valoración:
pjuradom
Cocina de autor, ingredientes tradicionales y tasca de barrio. Cuando uno entra a El Rosario lo primero que piensa es que va a ser comida de tasca corriente y moliente. Paredes de ladrillo con una guitarra y un poster (enmarcado, eso sí) de Camarón, dan la bienvenida a un local con una barra de bar y bullicio de gente degustando buenas tapas. Las mesas de mantel de cuadros y platos de loza tampoco hacen presagiar lo que degustará nuestro paladar. Ya con la carta te empiezas a hacer una idea de que lo que has visto hasta ese momento es engañoso. "Caramelos de cabrales con helado de vainilla" o "Raviolis de calabacín rellenos de cordero" son algunos de los nombres de los platos de una carta bastante amplia. Los carpaccios, la parrillada de verduras, los arroces y las croquetas son sólo algunos de sus platos estrella, cuya presentación está muy cuidada. Los postres son también deliciosos y muy originales, como el sorbete de limon con gelatina de gintonic. Sencillamente espectacular. El precio, los vinos y el trato completan una oferta maravillosa. Si no le doy las 5 estrellas es sólo porque, alguna vez, los tiempos entre primero y segundo han sido excesivos y porque una sóla vez, la provoleta estaba poco fundida (demasiado dura). El resto, casi perfecto.