O Gato Negro es uno de los restaurantes tipo taberna más tradicionales de Santiago de Compostela. Se trata de una muestra de la esencia tabernera de la ciudad donde se sirven platos 100% gallegos y con una gran presencia del pescado y los mariscos.
Algunas de sus especialidades son las raciones de sardinas, sus empanadas de congrio o su hígado encebollado. Además, podrás acompañar estos platos con vino de barril o con la botella con la DO que desees.
Fina i Alberto. Estuvimos tres días en Santiago ,no lo recomendó un sr de Valencia.lo probamos y repetimos dos días a cenar.Nos encanto.Volveremos.
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ANACB2812
la sencillez y la calidad con lo autentico!!. la sencillez y la calidad con lo autentico!! Hay que ir!! Merece la pena!
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Anónimo
Máxima frescura y calidad. De los 3 días que estubimos por Santiago fuimos 2 veces a este magnífico restaurante. Hay que decir que soy muy gourmet pero en mi vida había probado unos berberechos recién hechos y aún calientes tan frescos (con su limón) y tan buenísimos como en este lugar. Aunque no tienen una muy amplia variedad de tapas o menú todo es supercasero y todo lo que tienen es de inmejorable calidad... Los Mejillones, el pulpo, la tarta de Santiago, el vino,.. etc
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Anónimo
El mejor pulpo de Galicia. El restautante con más historia y encanto de todo Santiago. Con mucha diferencia el lugar donde mejor pulpo, calamares en su tinta, higado encebollado, ... puedes tomar.
Trato estupendo, Manolo eres un crack, y un precio muy ajustado.
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Anónimo
Lo recomiendo. Tras pasar un fin de semana en santiago con mucha lluvia hemos visitado muchos bares y restaurantes. He de decir que finalmente hemos repetido aquí un par de veces. Calidad buena, cantidad bastante aceptable, trato excelente y precio de lo mejor de la zona. Lo recomiendo totalmente. No es muy grande, pocas mesas para sentarse, pero en barra tiene mas gracia...
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jsrueda
Volveremos. Junto con Juan Freire y Begoña que nos llevaron a comer, quedamos pasmados de lo bueno de éste lugar tan entrañable. manolo formidable. Mi próxima vez que viste Santiago, visita obligada junto con mi hermano Chuck.
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Anónimo
angel de satiago en republica checa saludos a manolo . es un sitio muy acojedor se come muy bien economico el trato alos clientes es espetacular el mejor marisco gallego esta en el gato negro el higado enzebollado chicharones mejillones a la vinagreta berberechos al vapor enpanada de congrio centollo necoras pulpo si pasais algun dia visitar santiago no dejeis de visitar al gato negro y a manolo es un lugar maravilloso donde vay o gato minchiña
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Anónimo
Repetimos. Por casualidad descubrimos este Gato y nos gusto tanto que fuimos a comer dos días seguidos despues de nuestro peregrinaje.
Os lo recomendamos.
Pedro y Montse de Montcada i Reixac, Barceloana
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Anónimo
Q grande Vidal. O gato negro ha sido alguna vez mi única razón para ir Santiago ! Desde Logroño!
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ovidio
ovidio. En Santiago exinten dos catedrales, una la conocida y otra O Gato Negro.
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Cidans
Inmejorable relacion calidad-precio. De lo mejorcito de Compos. Abstenerse pij@s y remilgados. Desde luego el local no es lujoso, ni falta que le hace, para poder mantener esos precios. El único lujo es su cocina y la sonsrisa de las cocineras.
Xoubiñas que se deshacen de frescas, marisco asequible, pimientos en su punto, chocos que saben a receta de la abuela, como las empanadas...
Deberian tener mención como bien de interés cultural!
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Rob
El bazar de los licores. El Gato Negro es uno de los bares/licorerías más míticos de Santiago de Compostela, ni si quiera mis padres se acuerdan de su apertura, lleva ahí toda la historia de la humanidad. Este bar aparte de ser conocido por sus exquisitas raciones es sobre todo popular por sus licores, en especial por su sabrosa apsenta, la bebida de los dioses celtas y capaz de tumbar a un búfalo. Esta deliciosa bebida no se sirve prácticamente en ningún bar hoy día sin embargo en este local son muy tradicionales en cuanto a calidad del alcohol se refiere, por este motivo es fácil encontrar aquí este tipo de manjares.
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dbeltra
Visita obligada. Para empezar decir que no estoy de acuerdo con los precios que marca la web, ya que siempre que he ido he comido mucho y muy barato.
El Gato Negro es un bar escondido en una callejuela en el centro de Santiago, muy pequeñito, y con ese encanto que tienen los locales antiguos. Es un local muy sencillo y hace calor en verano, pero una vez te han traído la comida te olvidas de los taburetes de madera y las mesas pequeñas, y solo piensas en devorar todo lo que hay en la mesa.
El truco está en andarse con ojo al pedir, hay cuatro cosas un poco carillas, pero lo demás está bastante bien de precio, asi que bueno... usad la cabeza!
Para mi lo mejor (a parte del vino turbio) es la empanada de congrio y los choricitos al vino... hmmm me está entrando hambre solo de recordarlo!!
Una visita obligada si pasais por Santiago!!
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Bizet
A mí padre le encantaba. O Gato negro es un sitio que tiene mucha historia, tanta como los muchos años que lleva abierto y tantas y tantas personas que han pasado por allí a tomarse unas xoubiñas o un hígado encebollado todo ello aocmpañado por una jarra de vino.
El sitio es muy enxebre, entendiendo como enxebre que tiene sólo cuatro o cinco mesas con sus sillas, todo del año catapúm, hasta la vajilla y las tacitas de vino. Ese es el encanto de este lugar, la sensación de retroceder 50 años cuando entras, y que la comida está buena. Ahora bien, los dueños son conocedores del encanto y de la fama de este bar y eso te lo cobran bien cobrado, porque a pesar de que no tienen unos platos muy elaborados por los que se pueda cobrar mucho, lo que tienen lo cobran más caro que si te lo tomases en otro sitio más moderno pero menos entrañable. Y es que eso es lo bueno, en este sitio las xoubas y el vino sabe distinto.
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diegola
recomendado. Local sencillo como ninguno, cerca de la Plaza del Obradoiro,se encuentra esta pequeña taberna tradicional, donde una excelente elaboración del marisco y un más que acertado vino turbio no riñen con los precios mas populares de Santiago. Sin duda es de los lugares que uno no se cansa de recomendar.
