por: Murcia
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Comer bien y barato en Cartagena

 
Comer bien y barato en Cartagena

¡Nos vamos a Murcia, señoras y señores, que hace tiempo que no nos dejamos caer por esta hermosa región! Siempre es un gusto volver a esta preciosa tierra, donde confluyen ese ambiente tan tradicional del entorno rural con la frescura que traen los vientos del Mediterráneo. Y en ningún otro lugar de esta comunidad autónoma dicha mezcla resulta más fascinante que en esa joya hecha ciudad que es Cartagena.

Hoy, en Salir.com, te vamos a llevar de paseo por sus calles y avenidas para enseñarte sus mejores secretos culinarios. Efectivamente: la cosa va de mesa y mantel, pero nos hemos propuesto que disfrutes al máximo gastando lo menos posible. Ya nos dirás si lo hemos conseguido en cuanto termines de leer esta guía de los mejores sitios en los que comer bien y barato en Cartagena. ¡Empezamos!

Tasca Tío Andrés

Empezamos este listado de dónde comer bien y barato en Cartagena con una taberna de las de antes, de las de verdad, de las de toda la vida. Abrió sus puertas en el año 1988 y todavía sigue dando guerra de la buena, cautivando a los cartageneros con su particular forma de entender ese tesoro que es la dieta mediterránea. Hablamos de la Tasca Tío Andrés, que se encuentra en el número 46 del Paseo Alfonso XIII, muy cerca de la Plaza de la Universidad.

Aquí nos encontramos con un local de sabor clásico en el que podrás tapear u organizar un buen almuerzo, según el hambre que manejes. Tenemos que recomendar, eso sí, su aguacate relleno de marisco por 6 euros y sus gambas cristal con huevo y ajete por 14 euros. ¡Impresionantes!

Jie Ichiban

¿Quién dice que comer en un japonés es caro? ¿Y quién dice que hace falta irse a Japón para degustar un buen sushi? En el número 6 de la Plaza del Rey, a pocos metros del Museo Naval de Cartagena, puedes zamparte un platazo de 8 makis estilo California por menos de 10 €. Os presentamos, de vuelta en Salir.com, al restaurante Jie Ichiban, que no abandona el hobby de coleccionar reseñas positivas.

A diferencia de otros locales similares que se llaman japoneses y no tienen ni idea de cocina ni de cultura nipona, aquí te vas a encontrar con un equipo de esmerados profesionales dispuestos a poner sobre tu mesa lo mejor del país del Sol Naciente. ¡Ah!, y cuentan con un genial servicio a domicilio, por si te apetece peli y tempura.

La Catedral

Hay nombres de restaurantes que, simplemente, van como anillo al dedo. La Catedral, en la Cuesta de la Baronesa, es sin duda uno de ellos. Tanto su arquitectura como su decoración, con suelos transparentes en algunas secciones, paredes con retroiluminación y mobiliario de diseño, transmiten al 100% una sensación de amplitud y solemnidad que se ve subrayada por la calidad de sus platos. Comer aquí ronda una media de 20 euros.

Tienen una ensalada templada de bacon y piñones que resulta ideal para abrir el apetito. Y luego, ya puestos a ejercitar la mandíbula, un excelente surtido de ibéricos o una tabla de tataki de atún rojo podrían ser una magnífica continuación.

Magoga

Más que un restaurante, una experiencia. Cierto que, bajo esta premisa, son muchos los locales que tratan de atraer clientes, pero nos vemos obligados en este caso a romper una lanza en favor de Magoga, ya que su continuo esfuerzo por alcanzar la excelencia gastronómica es un hecho más que probado. Si quieres comprobar que no mentimos, te esperan en el número 5 de la Calle Carlos III, cerca de la Plaza Doctor Vicente García Marcos.

El éxito de Magoga se debe al tándem que forman María Gómez, al frente de la cocina, y Adrián de Marcos, como jefe de sala. Juntos ofrecen comodidad, distinción y delicias tan únicas como la raya a la brasa con torrezno, por 21 euros.

La Alacena de María

Volvemos a la cocina mediterránea de la mano de La Alacena de María, en el número 24 de la Calle Real. Si se trata de comer bien y barato en Cartagena, tienes muchas papeletas de oír este nombre si preguntas por sitios buenos en el centro de la localidad, ya que este restaurante viene muy recomendado tanto por su carta como por la amabilidad y eficacia de su servicio.

La reinterpretación de las recetas clásicas es una seña de identidad de La Alacena de María. Cabe destacar sus huevos rotos Efesé (por sólo 9 euros) o su pulpo con brotes de soja. Y si te apetece algo más elaborado, no te pierdas el carpaccio de magret de pato.

La Marquesita

¿Quieres quedar bien con los compañeros de trabajo o dejar con la boca abierta a tus suegros sin tener que pedir un crédito después de los postres? Entonces te recomendamos muy encarecidamente que recuerdes el nombre de La Marquesita. Este elegante restaurante, decorado en tonos claros, con amplios salones y terraza climatizada, se encuentra en la Plaza Alcolea, número 6.

Ofrece menú del día individual y para grupos, así como opciones para San Valentín y otras celebraciones. De su carta tenemos que destacar, sí o sí, su caldero del Mar Menor, que es su plato de arroz con más éxito. Sale a 13,50 euros para 2 personas. Tampoco se quedan atrás las chuletillas de cabrito lechal.

El Barrio de San Roque

Por su situación en el corazón de Cartagena, no nos extraña en absoluto que este pedazo de restaurante termine siendo el punto hacia el que confluyen todas las rutas gastronómicas de la zona. Hablamos de El Barrio de San Roque, en Calle Jabonerías: un indispensable de la cocina local que ocupa un precioso edificio restaurado, antiguo almacén de ladrillos, con vigas de madera en el techo y restos conservados de la construcción original.

Tienen una lubina de estero al horno que es difícil de describir, aunque si eres más de carne igual te interesa echarle un vistazo a su chuletón de Angus de Teruel o a su cochinillo Las Palas, que se cocina durante 24 horas a 65 grados. Lo tienes por sólo 20 euros de nada.

La Sella

Como siempre, incluimos una opción para vegetarianos y veganos que hará replantearse su dieta a los que aún no lo son. Nos desplazamos ahora hasta la Calle Picasso, número 21, para compartir unos deliciosos pinchos de hortalizas en el restaurante La Sella. Cocina española y europea de primera, con una carta hasta arriba de recetas tradicionales con un toque verde que agradecerán tanto los paladares curtidos como los que buscan nuevas sensaciones.

Uno de los platos que más nos ha llamado la atención es, desde luego, su quesadilla vegana de judía pinta con dátiles y calabaza a 10,50 euros. Y si con esta maravilla no tienes suficiente, prueba hincándole el diente a sus crepes de champiñón y espárragos trigueros, por sólo 10 euros.

Restaurante Tikka

Vamos a cambiar de tercio completamente para llevaros directos al subcontinente indio, paraíso de especias y cuna de algunos de los sabores más exóticos del planeta. Si andas por Cartagena, basta con que te acerques al número 57 de la Calle Félix Martí Alpera para sentir que, en cualquier momento, te darás la vuelta y podrás contemplar la silueta del Taj Mahal. Estamos hablando del Restaurante Tikka: un hindú bueno, bonito y barato para que tus papilas gustativas amplíen currículum.

Ofrece menús para cuatro y dos personas, aunque también es interesante la opción de pedir platos sueltos para organizar un almuerzo al gusto. El pollo Tandoori es un auténtico clásico de la cocina india (4,50 euros), pero nosotros te recomendamos la pakora de pollo, con rebozado en harina de garbanzos, a sólo 3,50 euros.

Luces

Un poquito de moderneo ahora, por aquello de aportar algo de contraste. Si piensas en un local cuco, con el suelo a dos colores, fotografías en blanco y negro en las paredes y una carta perfecta para tapear con los colegas, entonces sin saberlo estás exponiendo el deseo y la voluntad de pasarte cuanto antes por Luces, un restaurante de ambiente joven que se encuentra en la Calle Villamartín, número 13.

Tienen una tabla de quesos y unas raciones de jamón ibérico que, con unas cuantas cervezas, te ponen a tono para atacar el siguiente plato. ¿Qué puede ser? Pues depende. Su salmón marinado con salsa de guisantes tiene bastante buena pinta, aunque el cordero en su jugo con cous-cous también te puede tirar mucho, a sólo 18 euros. Piénsalo mientras pasamos al siguiente restaurante.

Techos Bajos

Un restaurante típico a más no poder donde comer pescado frito y otros platos marineros en un ambiente familiar y agradable. ¿Para qué más? Si te mola el plan, el sitio se llama Techos Bajos y lo tienes en la Calle Joaquín Madrid, número 1, en pleno Barrio de Santa Lucía. Se trata de un local tradicional con aire de chiringuito, con una terraza exterior que te llama ya desde lejos.

Atún con guarnición, salmonetes, lenguados, doradas, pescadillas… un menú completo para que no te olvides de que estás en una ciudad de costa. Súmale a todo lo anterior una ensalada mediterránea y una jarra de tinto de verano y ya tienes un almuerzo cartagenero para ponerte hasta arriba con tus amigos. Las raciones pequeñas suelen estar en los 4,50 euros, mientras que las grandes te salen por 6,75 o 7,50 euros la mayoría.

Marisquería La Marina

Heredera de la mítica bodega El Pinacho, inaugurada en el año 1942, Marisquería La Marina prosigue con la tradición de las freidurías cartageneras ofreciendo a sus comensales el mejor género procedente de las lonjas mediterráneas, que luce sobre todo en sus menús para grupos y, más especialmente, en menú degustación Premium, que puedes contratar por sólo 40 euros.

Desde bueyes de mar a langostinos del Mar Menor, en esta marisquería puedes encontrar una gama insuperable de productos frescos locales. Además, también incluyen en su carta platos como el Arroz Caldero, por sólo 10 euros la ración, por si te apetece complementar.

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