Casa Tía María

En plena vorágine comercial de la calle Goya, sería fácil que la Casa Tía María pasara desapercibida, y eso sería un tremendo error. Esta taberna ha conseguido aunar en un mismo espacio a la gente del barrio de toda la vida con su chato de vino y a multitud de jóvenes que se dan cita por las noches y en las horas de afterwork.

Local cálido en el que predominan los marrones y las maderas, dividido en 2 zonas: una barra larga y surtida, y un comedorcito de lo más acogedor.

La carta propone platillos tradicionales y varias concesiones algo más creativas, todos ellos elaborados con arte y presentados con esmero. Para empezar: anchoas de Casa Santoña, tomatito "aliñao" de la Vega de Almería, tataki de atún con wasabi y burrata de búfala. Para continuar: croquetitas de jamón y de queso azul, salmorejo con su guarnición, huevos rotos con foie o con jamón y toque mágico. Además, platos de cuchara (sopa de picadillo, cocido, callos con mucho morro…) y otros con más enjundia (habitas con huevo y taquitos de jamón, tartar de lubina, solomillo de buey...).

Y para picar una colección de pinchos que hace salivar. Obligatorio probar la brocheta Mari-Juli (langostinos, emulsión de piquillo y bacon) y las miniburguer Tía María.

El apartado vinícola nos permite disfrutar de etiquetas de las principales denominaciones de origen del país (Rioja, Riberas, Somontano, Ruedas, Tierra de Cádiz, Albariños…) y un par de referencias del extranjero.

No pueden dejar pasar la oportunidad de probar sus combinados Premium: 68 ginebras, rones whiskys de malta, vodkas... Prueben uno de los mejores mojitos de Madrid.