Las mejores vermuterías de Madrid

Ubicado en el célebre barrio de Malasaña, El Cangrejero es una taberna clásica que se distingue fundamentalmente por ofrecer una gran combinación de conservas y vermut. La bebida que copa el protagonismo en esta entrada aquí es de grifo y se sirve junto a un poquito de hielo y de limón en copa larga.

Suele ir acompañado por tapas y aperitivos tales como aceitunas, berberechos, mejillones, guindillas o anchoas, entre otras opciones. Hay que decir que este lugar antaño fue una marisquería, y además de las primeras en traer el marisco a la capital.

El segundo protagonista de esta entrada sobre las mejores vermuterías de Madrid roza los 100 años de vida con la yema de las manos: Casa Camacho. En este bar tan típico del centro de Madrid es costumbre tomarse un buen vermut junto a unas tapas caseras. El que destaca por encima del resto es el yayo, que se mezcla con ginebra y gaseosa.

Las aceitunas y las patatas son las compañeras inseparables de la bebida estrella de este establecimiento. Un sitio económico en el que disfrutar de un día ocioso con los amigos.

A pesar de pertenecer a un hotel, como es el Mercure (ubicado por Plaza de España), la Vermutería Chipén se define por un ambiente desenfadado y de colegueo más propio de una taberna. De su vermut, del que contienen 60 variedades, te recomendamos el Lustau Rojo y el Siderit.

El tapeo contiene un cierto toque de fusión, como se puede desprender cuando uno ve sus navajas servidas con gintonic o un bocadillo de albóndigas riquísimo. Se caracterizan por ser ricas y variadas, puesto que las hay desde castizas de siempre hasta embutidos ibéricos de calidad suprema.

El quinto protagonista de este post tiene el honor de ser el lugar más antiguo de Madrid en el que se sirve el vermut Zecchini, el cual lo sirve en un vaso pequeño, con hielo naranja cortada y acompañado de aceituna pinchada sin tapa.

Lo puedes encontrar en la calle Velarde, cerca de la Plaza del Dos de Mayo en pleno Barrio Malasaña, así que si quieres irte de ruta por los bares de esta célebre parte de Madrid este es un lugar ideal para ello.

Por su extensísima variedad, La Hora del Vermut es, sin duda alguna, una de las mejores vermuterías de Madrid. Hasta 80 tipos distintos de vermuts y sangrías podrás disfrutar si te animas a venir a este bar ubicado en el puesto número 25 del Mercado de San Miguel. Además, las tapas y los montaditos con los que se pueden acompañar son gourmets, así que comer y beber aquí es una delicia.

Algunos de los vermuts que tiene son: Petroni, Lustau, Vittore, Lodeiros, Canasta, San Bernabé y Roxmut. Tienes donde elegir y muy difícil es que te equivoques, así que no te lo pienses más y ve algún día a disfrutar de lo que ofrece este sitio.

Sin movernos de Malasaña, podemos encontrar también el Vacaciones Cocktail Bar, un sitio acogedor en el que disfrutar de un buen desayuno, merienda y vermut. De esta última son especialmente destacables los Lolina Blanco, el tinto y el Casa Mariol, así que tienes para elegir.

Lo puedes encontrar justo al salir de la boca de metro de la estación Tribunal (línea 1) en la calle Espíritu Santo, tiene un ambiente muy enrollado como es el barrio, así que si quieres disfrutar de un buen rato de chill lo puedes hacer tanto en su terraza como en su interior.

La Ardosa es uno de los bares más clásicos de Madrid en el que el vermut se sirve sin hielos y en vaso pequeño, pero largo. No estará tan fuerte como otros, pero el ambiente en el que se toma tiene su encanto: entre cristaleras antiguas, botellas envejecidas y apoyado sobre uno de los toneles con el que antiguamente se despachaba a granel esta bebida.

Las aceitunas y el sifón que se le suele añadir son sus compañeros de viaje por excelencia, aunque también se sirven pinchos tan ricos como el de tortilla tan solicitado en este lugar.

El Lolina puede presumir de hacer un vermut casero y propio, el cual se elabora en la Región de Murcia y es transportado posteriormente para que sus clientes en la capital lo saboreen. Para ser exactos, tienen dos: el Lolina propiamente dicho, que es tinto y se prepara mediante una fórmula tradicional, y el blanco, que resulta de una metodología mediterránea y que se suele acompañar con limón.

Al igual que el Vacaciones y el Verbena, lo puedes encontrar por Malasaña, concretamente en la calle Espíritu Santo, así que ya puedes apuntar tres sitios de aquí para hacer tu itinerario la próxima vez que vayas allí con tus amigos.

Tipos Infames tiene la particularidad de combinar lectura y vermut, a diferencia de los otros aquí citados. Es una librería que tiene su local en la calle San Joaquín y donde puedes tomar un Morro Fi, natural de Barcelona y que se sirve en botella tradicional con un cierre similar al de la gaseosa y que se toma con naranja cortada y hielos.

No obstante, te avisamos que tiene un precio más elevado, aunque el ambiente que se respira aquí es más tranquilo que en la inmensa mayoría de lugares que te hemos mencionado a lo largo de estas líneas. También tiene una tienda en la que puedes encontrar, además del Morro Fi, el Arlini (un caldo madrileño hecho con vinos de Murcia) y Casa Mariol.

Si te apetece acompañar el vermut con un poco de embutido, La Colmada es el sitio al que debes de ir, ya que es una tienda de conservas gourmet que lo tiene de calidad. En cuanto a su repertorio de esta bebida, tiene cinco tipos sumando las de botella y grifo entre las que se encuentran algunos como el Copini, Bandarra, Espinaler (el más suave) y el Casa Marriol.

En su interior cuenta con un patio interior acogedor y decorado a las mil maravillas, así que te animamos a que vayas a este establecimiento ubicado en la calle Espíritu Santo.

El último protagonista de esta entrada sobre las mejores vermuterías de Madrid destaca por aunar el vermut y los cócteles a la hora de servir bebidas. Lo puedes encontrar, al igual que muchos otros de aquí, en Malasaña, concretamente en la calle Pez.

Aquí puedes pedir copas preparadas con vermut dulce y seco, entre las que te recomendamos el Dry Martini, el Negroni, el Saratoga y el Manhattan. Los precios que se manejan aquí también difieren de la mayoría aquí citados a la alta, ya que suelen ir desde los 8 €.